(Imagen tomada del reportaje “Salvador Dalí”)
Teosofía de la Verdad No temas
a la muerte. No te angusties. El único reino del mal es este mundo. Fuera no
existe. En la eternidad del Creador sólo existe el bien, no hay infiernos. Cuando abandones
esta pesadilla, nadie te pedirá cuentas. Dios no juzga, Dios ama. Te juzgarás
tú mismo, te colocará frente al espejo de tu vida y te iluminará para que
contemples desnuda toda la fealdad que anida en tu corazón. Sólo entonces
comprenderás, por primera y única vez, lo que es realmente el mal y la
desesperación de no poder volver atrás. Ése será tu terrible infierno. Luego, la
Redención de Cristo te devolverá a la eternidad, al lugar que corresponda a
la medida de tu alma, porque allí hay muchas moradas y el Dios que te hizo te
ama, seas cómo seas. Confía.
No temas a la muerte. (A la atención del lector: En este libro, escribiendo sobre la Verdad, es inevitable que afloren las evidentes contradicciones que encierran los textos evangélicos. Esto no ha de ser motivo para poner en duda la divinidad de Jesús de Nazaret. Lo que ha de ponerse en evidente duda es la exactitud del testimonio que de sus palabras nos han transmitido los cuatro evangelistas, escritas tantos años después de la muerte del Redentor). Éste es un libro de esperanza. Tienes
miedo, tienes miedo a la soledad, pero también a la sociedad y, sobre todo,
tienes miedo a la muerte, porque la muerte entiendes que es la culminación de
todas tus miserias. Hagas lo que hagas, piensas que has nacido para no ser
feliz y para esperar que todo se extinga, al final, en el otoño de tu vida,
en una tarde gris, entre crespones negros y sollozos de los tuyos. Tienes
miedo porque nadie te ha dicho la verdad, nadie te ha dicho que, por más
crímenes que hayas cometido contra la vida y contra ti mismo, por más bajezas
en las que te hayas hundido, tu gran pecado no es la maldad, tu gran pecado
es la necedad. Pecas porque no ves desnuda toda la fealdad de lo que haces.
Si la vieras, no lo harías. Tu pecado es la ceguera. Caminas por un mundo de
pesadilla, a tientas....... No lo sabes, pero no estás vivo, estás soñando
que vives una pesadilla. La vida sólo comienza cuando despiertes. La vida
está más allá de lo que aquí llamamos, sin serlo, “muerte”. Tienes miedo porque te han dicho que
quizás las tinieblas te esperen en la eternidad, según lo que hayas hecho
aquí. No lo creas. La eternidad es Dios, la eternidad es luz, las tinieblas
se viven solamente en este sueño del mundo. Ese día en el que despiertes de
la pesadilla, al final, en esa tarde gris del otoño, cuando te levantes desde
tu cuerpo que acaba de fallecer, viendo llorar a los tuyos sin motivo, ese
día te enfrentarás a la verdad, verás el mal que has soñado hacer en todo su
espanto, lo lamentarás hasta morir de dolor mil veces porque ya no es posible
volver atrás y borrarlo; y, redimido, entrarás en la eternidad a empezar a
vivir. Entrarás junto con los tuyos y con toda la humanidad a la vez, porque
en la eternidad no hay tiempo, no hay que esperar a quienes amamos. Son ellos
los que creen esperar aquí, mientras sueñan que viven. Como ves, éste es un libro diferente y
lleno de de esperanza, en el que te anuncio cosas que nadie te ha dicho
nunca. Pero no faltará algún clérigo de buena fe que, repitiendo el eco de
los siglos de seminario, te dirá que confiar en que Dios todo lo perdona es
el principio del libertinaje y es un horrendo pecado de “presunción”.
¡Presunción, nada menos! Mira a ver si tienes algún amigo, realmente
creyente, que se disculpe con la magnanimidad de Dios para pecar cuanto más
mejor. Yo no conozco ni uno. En nombre del seminario, también te exhortará
ese sacerdote de carril al “santo temor de Dios”. No se lo tomes en cuenta,
repite lo que le enseñaron. En todo caso, recuérdale tú a él las palabras de
Teresa de Jesús: Noté como que Jesús
tenía pena de los hombres. ¿Cómo se puede temer a quien nos compadece?
Recuérdale las palabras en la cruz: Padre,
perdónalos porque no saben lo que hacen. ¿Cómo se puede temer a quien
perdona a sus propios verdugos? Ni este Jesús agonizante ni el Jesús
entristecido de Teresa pusieron nunca por delante de la piedad y del perdón
la estúpida brutalidad de los hombres. El amor está por encima de la justicia
siempre. También en Dios. Dios no condena a nadie. Éste es un libro de esperanza, y todo
lo que en él digo no lo digo de forma impersonal, te lo digo directamente a
ti que lo lees, te lo digo como si estuvieras delante de mí, como si
realmente pudieras contestarme. No puedo oírte, pero procuraré adivinar los
reparos que irán surgiendo en tu pensamiento al leer estas páginas. Sé que no
siempre conseguiré adivinar tus dudas, pero créeme que todas esas preguntas
que yo no llegue a escuchar y se queden en el aire también te serán
contestadas, porque Él siempre contesta a quien realmente le busca. En su
nombre te hablo con plena conciencia de que, igual que a Él le proscribió la
Iglesia oficial de su tiempo, también yo seré proscrito por la Iglesia
oficial de hoy. Lo sé, pero jamás me han detenido las posibles consecuencias
de mi sinceridad y de mi loca pasión por conocer la verdad. ¿Qué es lo que vas a leer? Te adelanto un resumen esquemático del
contenido de este libro. Parece que lo normal de un resumen sería que
apareciese al final, en la última hoja, a modo de recordatorio de lo
principal. Pero es tanto y tan denso lo que tengo que contarte que he pensado
que debe ir por delante. Estás a tiempo de cerrar el libro. No hace falta que
te aclare que a mí me gustaría todo lo contrario, no solamente que lo
cogieras con ganas, más aún, me gustaría que te apasionase todo lo que te
propongo en esta primera página, la del resumen. Tú decides si quieres
continuar escuchándome o prefieres seguir en la senda de lo que ya te han
contado. Éste es el resumen: · Hace siglos que la filosofía
espiritualista demostró (racionalmente) que no existe más realidad que lo
espiritual. La materia, sometiéndola a división continua, acaba desembocando
en lo que no es materia, en lo que no es nada. · La física moderna (física cuántica) ha
venido a coincidir en el mismo resultado: la materia solamente existe para la
observación del hombre, en los sentidos del hombre que observa, no existe
como realidad objetiva fuera de él. Dicho de otra manera, el universo físico
constituye un espejismo sensorial,
no una realidad. · ¿Y la energía? La energía nadie sabe
qué es, constituye un misterio para la propia ciencia, algo que no es
detectable por sí mismo, sino solamente detectable por los efectos que
produce. El principal de estos efectos es, precisamente, su acumulación en
forma de materia. Pero si la materia es un espejismo de los sentidos, su
fuente, la energía, también lo es. · En resumen: nada de lo que te rodea es
real, incluido tu propio cuerpo. No te queda, pues, más realidad que la de tu
intimidad, la evidencia de tu espíritu. Tú no eres otra cosa que tu
pensamiento, tus anhelos, sufrimientos, amores, recuerdos…. en definitiva, no
eres otra cosa que la conciencia
que tienes de ti mismo, pura realidad espiritual. Ahora y a partir de esta verdad básica
de los cuatro puntos anteriores, la comprensión de la existencia da un vuelco
absoluto en todos los órdenes, vuelco que la sociedad prefiere ignorar porque
aniquila los valores del mundo y cambia el sentido de la vida, devolviéndola
a su origen, a Dios. |
ÍNDICE PRIMERA PARTE NO
TEMAS A LA MUERTE. ¿Materia o espíritu? La solución materialista. La solución espiritualista. La solución científica. 1.- Einstein y la relatividad. 2.- Planck y la física cuántica. La verdad básica.
II.- EL SER EN SÍ MISMO O SER INFINITO (DIOS). Certidumbre de su existencia. El enigma de su esencia. La banalidad teológica. El misterio sin límites. La orfandad del hombre.
III.- EL SER RECIBIDO O SER LIMITADO (LO CREADO). La Creación. Teoría del alma. El alma y el tiempo. La paradoja inmortalidad-resurrección. Inmortalidad. Resurrección.
IV.- EL SER UTÓPICO (EL UNIVERSO). Versión científica: Big-Bang y Evolucionismo. Versión religiosa: El Génesis. Versión real: Génesis Evolutiva. El caos, el árbol y
la escalera. Finalismo antrópico. No hay ley sin
autor. Azar y determinismo. La materia y la aparición del Mal. Las caras del mal. El nuevo orden del Bien y del Mal. Dios y el nuevo orden. El mundo aparente de las formas. La realidad soñada. SEGUNDA
PARTE La muerte..... ¿fin o
sólo tránsito? Juicio, condena e infierno. Lo que dice la
Escritura. El hecho clave. Lo que dice el
pensamiento. Dios no juzga. Dios
no condena. Salvación. La salvación en la
doctrina. Naturaleza moral del
hombre. La ecuación
imposible. Coherencia y cisma. La virtud obligada. Redención. Salvación. Salvación y
justicia. Érase una vez…. (el mito
judío). Profetismo
y mesianismo judíos. El Jesús histórico. El Jesús bíblico. El Jesús mesiánico. El secreto mesiánico. ¿Por qué Jesús nació en Judea?
VII.- EL MISTERIO. JESUCRISTO. El Misterio en manos de los Evangelistas. Jesucristo
trascendente. Jesucristo redentor. La Cruz y la Eucaristía. Jesucristo resucitado. El sepulcro. La
Sábana Santa. Las apariciones. El milagro inverso. La Iglesia de Dios. La Iglesia de los hombres. Los poderes “heredados”. Los sacramentos. El mito apocalíptico. El Anticristo y la Bestia. La
Bestia de Occidente. El fanatismo democrático La
Bestia de Oriente. El fanatismo religioso. Los signos, según Jesús. Los cuatro jinetes. La espiral
programada. La finitud del
tiempo. El corcel rojo. La Parusía. |
Enlaces a otras obras:
“Portal del librepensador”
(presentación del autor)
“Nueva visión del universo”
(teoría nueva sobre la formación y funcionamiento del universo)
“Diálogo de ateos y creyentes”
(Discusión entre Lutero y Marx
sobre la existencia de Dios)
“La otra filosofía”
(la que no
se enseña en las aulas)
“Poemas”
(¿qué es la poesía?)
“Dimas”
(novela y relatos)
Gregorio Corrales.
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